sábado, 23 de agosto de 2008

Función de las Creencias en la Construcción del Conocimiento

Tal vez el estudio de este tema tendría que ubicarse al inicio de este texto, puesto que consideramos que las creencias son la base de todo conocimiento, son el punto de arranque de nuestras opiniones sobre los objetos o fenómenos que tienen relación inmediata con nosotros. Bueno, ubicamos este tema hasta este momento por respeto al programa de estudios para esta asignatura. Ver hasta este momento este tema tal vez nos permita recapitular algunos puntos que ya hemos visto anteriormente.

Luis Villoro, en Creer, saber, conocer, ofrece la siguiente definición de creencia: “Un estado disposicional adquirido, que causa un conjunto coherente de respuestas y que está determinado por un objeto o situación objetiva aprehendidos”.[1]

La definición anterior quiere decir que cualquier creencia por principio es una idea adquirida que nos ofrece algún tipo de respuesta coherente respecto a un objeto o situación objetiva, y yo añadiría que incluso a alguna situación subjetiva, pues a veces creemos que somos de alguna manera y luego resulta que ni nosotros nos conocíamos algún tipo de respuestas, físicas o emocionales, que damos en momentos determinados.

“Creer no implica necesariamente actuar como se cree. El paso de la disposición a la acción requiere de factores suplementarios: adopción de un fin (intención y emociones). Por eso sólo podría inferirse la creencia a partir de las acciones efectivas de un sujeto”, señala Villoro en el texto citado.

Para saber qué cree alguien, de acuerdo con lo anterior, sólo hace falta examinar sus acciones efectivas. Esto se parece mucho a lo que Jesús decía en el evangelio: que “por sus frutos los conoceréis”. “Si el saber es una especie de creencia, podrá verse como un estado disposicional adquirido que orienta la práctica del sujeto ante el mundo… Así el saber es una disposición a actuar que se orienta por la firme garantía de que las acciones del sujeto están determinadas por la realidad; implica, por lo tanto, la seguridad de que su práctica será acertada”. (Op. Cit. Página 73)

Así, la relación sujeto-objeto-sociedad implica de manera elemental algunas formas de conocimiento particulares, las cuales son resultado de las acciones entre los sujetos y su relación con el mundo. Estas formas de conocimiento particular son las llamadas creencias, las cuales implican un tipo de conocimiento cuando corresponden a los objetos o son aceptadas por la sociedad en un contexto histórico-social determinado.

[1] Villoro, Luis, Creer, saber, conocer, Siglo XXI Editores, México 1999, página 71.

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